Ayer, 11, de Junio del 2011, como todo el mundo sabe, se realizaba la orgía de juramentos de concejales, lamidas de culo y raciones de cigalas como es pertinente cada cuatro años para el buen funcionamiento de la democracia de los partidos. Lo que se viene llamando la constitución de los ayuntamientos. O hablando en cristiano, de como se reparten el pastel los cuatro chupócteros que todos conocemos.
Lo raro este año es que algo había cambiado. En un acto donde sólo suelen estar las familias de los miembros de la mafia, los interesados y los que viene a pedir favores, cuan película del padrino, este año ocurrió algo extraño.
Un grupo de ciudadanos, disfrazados e indignados, se congregó en tan insuslo acto. No era una protesta normal. Esta vez se ha organizado un partido de fútbol entre dos enemígos acérrimos: BANQUEROS contra CIUDADANOS. Menos mal que había un político haciendo las veces de árbitro, para garantizar la imparcialidad. O quizás no tanto...
A las bandas, como espectadores, un grupo de ciudadanos indigandos e impotentes observa como se decide su futuro antes sus ojos, pero desinformados y temerosos, no se atreven más que a refunfuñar entre dientes.
Por último, los medios de DESINFORMACIÓN se disponen a dar su visión particular de este heroico acto, según el libro de estilo de su medio. Según lo que dicte el capital que les paga.
En este escenario tan simbólico, mietras se escucha los gritos de vítores dentro del Ay-unta-miento ante la pespectiva de poder seguir trincando cuatro años más, fuera se cierne la más grande de las batallas: David contra Goliat, ciudadanos contra banqueros, nosostros contra ellos.
En el lado de los ciudadanos tenemos a Simpa Pele, Becario, Embargo inminente, Autónomo y Jubileta Fernández.
En el lado de los baqueros, tenemos al sñor Botín, directivos de Timofónica, Ibertrola, Repsol YPF, Abdul Hassam ALi Ben Manssur, emir de un país productor de petróleo del Golfo Pérsico. No menos importante es el director del Deutsche Bank. Como vemos, hay un banquero más, porque siempre el capital juega con ventaja.
Por último, como árbitro, el político oportunista de turno. que podía ser cualquiera, y cuya opinión y rigor está supeditada a quién le pague más.
El partido comienza con el típico soborno por parte de los banqueros, seguido de una recaudación de impuestos a los ciudadanos, que no se sabe como al final acaba en manos del Deutsche Bank.
El partido continúa, con una presión constante por parte de los banqueros. Lo pobres ciudadanos, axfisiados por las deudas y la precariedad, no son capaces de resistir los embites de capital, ayudado por el poder político, que arbitra favoreciéndolo. Los ciudadanos espectadores se van dando cuenta de la situación en la que se encuentran, de los engaños a los que han sido sometidos y la clase de impresentables a los que les han delegado su defensa y gestión, LOS CORRUPTOS.
Sale algún espontáneo al terreno, para señalar el mal que se cierne, pero todos lo toman por loco.
Así, poco a poco los banqueros se van imponiendo en el marcador, hasta llegar al descanso con un 3 - 0 a su favor.
El público esta cada vez más cabreado, pero también está desorientado y confundido, Hace falta unidad. Por su parte, el equipo de los ciudadaos decide organiarse, hacer una asamblea donde se pongan de acuerdo, alcancen la unidad y transmitan la información al resto del público.
La segunda parte comienza, pero algo ha cambiado; los ciudadanos están más unidos, y poco a poco se va uniendo más gente al equipo. Las trampas y deslealtades de los banqueros y políticos continúan, pero ahora el poder del equipo de los ciudadanos aumenta, y poco a poco van remontando, hasta llegar a empatar 3 - 3.
Finalmente ocurre una acción en el área de los baqueros. La presión de los ciudadanos hacia los políticos es tal que no le queda más remedio que pitar un penalti. Se prepara Simpa Pele para tirar...chutaaaaaa, y gooool. Los ciudadanos ganan, gracias a la unión, la información y el trabajo duro. Los banqueros se retiran entre amenazas de embargos y lamentos hacia los políticos, solicitando un rescate. Son amenazas en vano pues la conciencia social ha evolucioado y el poder ha sido asumido por el pueblo, consciente e involucrado.
Después de este acto lúdico-deportivo-rivindicativo, el grupo de ciudadanos congregado en la plaza ha dirigido consignas hacia los políicos que se habían reunido en el interior del ay-unta-miento especulando y felicitándose por las cosechas futuras. Se ha expresado al voluntad del pueblo hacia un cambio, bajo las consignas de "no hay pan para tanto chorizo", "que no, que no nos representan" , "menos cigalas, y más pico y pala".
Hay que resaltar que el esquipo de gobiero electo no se han dignado a salir por la puerta principal del Ay-unta-miento miestras ha durado la propuesta, escondiéndose tras los visillos de oro de sus despachos pagados por todos, cuan garrapata que se niega a ver la luz del sol por miedo a que la descubran y la pisoteen.
Frente al despliegue policial y los grupos de familiares emperifollados para la ocasión, un grupo valiente se dispuso a decir verdades como puños. Y aunque a algunos les pueda parecer desconsiderado, agresivo e inoportuno, solo queda decir una cosa: es mucho lo que nos jugamos, y no podemos permitírnos perder este partido, el partido de nuestra libertad y nuestras vidas.
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