jueves, 7 de julio de 2011

Crónica de una Marcha Indignada - 11ª etapa

5 de Julio de 2011

Carchelejo-La Guardia

Aunque nos levantamos pronto, tardamos en ponernos en ruta, muchas tiendas y bultos que organizar. Aunque la guardia civil nos recomientda descender por la misma carretera que subimos ayer, la marcha toma otra que sale hacia Carchel, de allí desciende sinuosamente hasta retomar el río en "el Oasis", junto a la autovía de Madrid.
De allí hasta La Guadia de Jaén el trayecto discurre entre vías de servicio y la antigua carretera nacional, siempre junto al río Guadalbullón. Se realizan algunas breves paradas para decansar y reagrupar la Marcha, una de las bicicletas tiene una rueda pinchada, un sol de justicia azuza los deseos de sumergirnos en un baño refrescante, de aprovechar el refugio de cada agradable sombra y de cada soplo de brisa.
Así llegamos a las puertas de La Guardia, desde el río se aprecia en la altura la imponente fortaleza que custodió fronteras. Desnivel que la Marcha tiene que salvar como fin de etapa, la cercanía del río y el sofoco hacen plantear la poibilidad de comer y descansar a la vera del río, posibilidad que tras examinar el río al final es descartada, un último tirón y subimos hasta el núcleo urbano.

El campamento está establecido en un parquecito al sur de la población, cesped, sombra y un grifo de riego hacen que sea para los caminantes un lugar precioso y apreciado.
Por si esto fuese poco, el municipio nos ha dejado usar unas instalaciones cercanas, equipada con aseos y duchas y dedicadas a servir de auditorio, esta semana usadas por el festival de música y bailes del mundo. También se ha permitido el acceso a la piscina municipal, nos han ofrecido unos cuantos litros de refrescos y unas bandejas de jamón y queso, algo que por supuesto se agradece.

Al final de la tarde una parte de los caminantes se acercan a la plaza para realizar una asamblea con los vecinos. La falta de difusión y la casi coincidencia en hora con la actuación del festival hace que aunque la presencia es aceptable, la participación de los vecinos es limitada pero el sentimiento de indignación ante la situación politica y socio-económica es generalizado.
Se habla del sector financero, de neoliberalismo, de la fuga de capitales, de la corrupción política no representativa, de justicia social, de los desahucios y de las jubilaciones; se reivindica la importancia del sector agrario, la necesidad de asegurar los servicios sanitarios frente a privatizaciones y la importancia que es mantener la lucha para lograr cambios.

De regreso al campamento se cena de manera informal y se va despidiendo la jornada de forma variada.
Mañana una jornada corta: Jaén.

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